Si nadie me ha visto… ¡me voy!
Tengo un amigo que iba al trabajo en autobús y mientras tanto miraba distraído por la ventanilla mientras el semáforo estaba en rojo.
En un cruce a cierta distancia vio que entraba una excavadora a toda velocidad, y justo cuando iba por la mitad de la curva, se le escapó el volante y, ¡PUMBA! se incrustó contra un coche perfectamente aparcado, rompiéndole una luz trasera y haciéndole un buen bollo en el maletero
El conductor de la excavadora se echó las manos a la cabeza y bajó corriendo al ver el desaguisado. Al ver el destrozo de cerca, miró alrededor para ver si había algún testigo del percance y, ¡se subió a la excavadora y se fue corriendo al ver que no había nadie!
Desde luego, hay que ser cabronazo. Una lástima que mi amigo estuviera demasiado lejos como para leer la sucia matrícula de la máquina de obras.
Y la gracia que le habrá hecho al dueño del utilitario, eh?
Lo triste es que cualquiera de nosotros haría lo mismo, que sí que lo negamos ahora, pero en esa situación y con la crisis y tal, activariamos el Farruquito´s mode pero en un verbo eh…
Me pillas los dedos Rafi, me pillas los dedos. Ni te digo que sí, ni te digo que no… XD
jaja!, que ambigüedad por Dios, eso es que si, no?
XDDD
bueno, si nos escribes una nueva historia te daré la razón 😉
Te doy la razón 😀
Ni crisis ni ostias, los putos seguros a terceros. De «beneficiar al buen conductor» nada, benefician al conductor que más se escaquee y menos partes de accidente presente. Buenos pájaros están hechos los de las aseguradoras, que como presentes los papeles de un accidente te crujen.
¿Para que tener pues seguro si cuando lo vas a necesitar no te sirve de mucho?
Cálmese Señor Errepunto, cálmese y respire. Todos sabemos que la culpa es de un amigo que…
No, no soy el de la historia, pero me hicieron una parecida que creo que ya ten conté. Aparcas el coche bien aparcado, en una zona céntrica, y salir del trabajo te lo encuentras destrozado, ¡maldita la gracia que me hizo!